El viernes pasado, los 20 valientes jóvenes (10 estudiantes españoles amparados por la Fundación International Studies y a 10 adolescentes de condiciones desfavorables elegidos por la alcaldía de Miami) terminaron el Camino de Santiago, el cual habían comenzado el 20 de junio. Siento mucho orgullo y felicidad ante el logro de estos chicos y chicas y el éxito de la iniciativa del proyecto solidario.
A través del recorrido, han aprendido sobre la historia y cultura de nuestro país y de los senderos que incontables peregrinos han hecho desde hace siglos. Pero también han participado en actividades de trabajo en equipo, pensamiento creativo y, quizá lo más importante, han creado lazos de amistad que trascenderán fronteras gracias a esta aventura que han llevado a cabo.
No es fácil describir las emociones que sentí al recibir las fotos del proyecto. Pero sé que las sonrisas plasmadas en esas imágenes se ven reflejadas en mi propio rostro. Se nota que han aprovechado bien esta maravillosa oportunidad, y que todos los desafíos y obstáculos a los que se han enfrentado juntos han culminado en una justa recompensa.